La actividad a veces no es bastante. No es bastante rendirte, no es bastante inventar, no es bastante agobiarte, no es bastante aturdirte, no es bastante rezar, no es bastante el cielo, no es bastante la vida alrededor, no es bastante el mundo, el hogar, el viento, el sol... A veces nada es bastante.
Triste sabiduría la que cree saberlo todo. Y tras ese monumental cimiento, derrocha intolerancia, crítica, desamor, soberbia, violencia.
Es posible que la muerte me encuentre en soledad, en cualquier lugar, posiblemente me encuentre afanada buscando la vida.
Lamento no poderos dejar en herencia el tiempo que no he vivido.
La vida me ha enseñado a creerlo todo un poco y no estar segura casi de nada.
Infinitamente perdida, infinitamente ciega, infinitamente sorda, infinitamente muda en el centro del infinito.
A veces, cuando menos lo esperas, se producen momentos mágicos, pero no trates de buscarlos nunca.
Demasiado tiempo me han importado demasiado demasiadas cosas.